Hace ya semanas que podíamos escuchar el cuarto disco de Kasabian, del cual los propios integrantes venían proclamando como lo mejor de su carrera, una explosión. La primera escucha me dejó frío ya que me esperaba una explosión de electrónica con letras rápidas y pegadizas. Pues no fue así. Y menos mal, porque al volver a escucharlo me quité de encima esa primera pretensión y me gustó hasta el último tema, desde 'Let's Roll Just Like We Used To' hasta 'Neon Moon'. La cosa es así de sencilla, si te gusta Kasabian, este disco, tarde o temprano, te acabará gustando. Si no te gusta Kasabian, este disco tampoco te gustará, y muy probable es que lo acabes odiando y arrojando a la hoguera.
Me quedo con la grata sorpresa de un tema como 'Goodbye Kiss', el más elegante de todos, que sí, que nos recuerda a otros grupos, pero esta vez es de Kasabian, con el estilo que sólo ellos pueden darle. Destaca también el dúo que hace con 'La Fée Verte', dos canciones lentas que se integran estupendamente en el conjunto, así como los temazos que ya se nos adelantaron: 'Days Are Forgotten', 'Velociraptor!' y 'Switchblade Smiles'. Podría ir nombrando todas las canciones una por una, pero tampoco es necesario, el resto ya lo descubriréis vosotros.
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